Joder, otra vez.

Que parece que se lo huele. Cada vez que las cosas semejan estar bien, aparece. Te mira con esos ojitos que parecen decir estoy aquí, y me sonríe con esa sonrisa tan perfecta...

Cuando parece que tengo todo claro, descoloca mis teorías. Derriba mis castillos Me desconcierta. Hace que dude. Que piense si de verdad merece la pena volver a sufrir por él, si de verdad merece la pena embarcarte en la profundidad de sus ojos, perderme entre sus manos. Si de verdad merece la pena volver a sentir esa inseguridad, ese temblor, ese latido en el pecho. Si de verdad lo que quieres es apoyarte en su hombro, y ver ese lunar escondido, si de verdad deseas tenerle frente a ti. Sin saber, quizás, qué decir.

Ese eres tú.

Impotencia. Rabia. Frustración. Sentir que ya no puedes más, que lo has dado todo y lo has dado en vano. Es cuando piensas: y para qué? Justo en ese momento es cuando tienes que reaccionar y decir: A MI NO ME PUEDE NADIE, entonces es cuando te sientes a gusto contigo mismo aunque tengas ganas de explotar, aunque tus ojos ya no vean, aunque tus miembros no respondan.. Sigue hacia adelante y no pares nunca. Ese eres tú, el que no se rinde delante de las adversidades, el que puede con todo. Demuéstrale al mundo lo que vales, diles quien eres, gritales tu nombre, Siempre fuertes hermanos.